El Tlatel, más que un campo de fútbol

La riqueza histórica y cultural que poseemos en nuestro país es enorme, grandes construcciones prehispánicas  yacen sepultadas a nuestros pies; a diario sin darnos cuenta, estamos parados sobre un episodio de nuestra historia, tal es el caso de un lugar ubicado actualmente en la calle Ricardo Flores Magón en San Miguel Tocuila, se trata de un antiguo montículo que en su superficie actualmente alberga canchas de futbol, basquetbol, frontón y aparatos para acondicionamiento físico, me refiero a un pequeño centro deportivo comunitario conocido como “El Tlatel”, un lugar que guarda cierto misterio y sobre del que se cuentan algunas leyendas por los vecinos de la comunidad.

En la actualidad, debido a la pandemia causada por el virus Sars Cov2, cambiaron muchas cosas y se suspendieron algunas actividades, pero habitualmente el tlatél es escenario de diversos eventos como bailes, representaciones religiosas, partidos de futbol, entre otras más, es un lugar al que se le puede identificar fácilmente entre los lugareños por el nombre, un lugar en el que los jóvenes de la década de los setentas aproximadamente, decidieron rebajar y aplanar las tierras que conformaban el montículo de tierra para fomentar el deporte, éste fue el auge de los primeros equipos de futbol que se organizaron en la comunidad, tanto que hubo equipos que destacaron por su destreza en el balón pie.

Después de esa etapa se gestionó la construcción del frontón y de las canchas de basquetbol pensando en ofrecer una actividad recreativa y sana para la juventud Tocuilense, que tal vez , debido a su lejanía con el centro de la comunidad, era menos utilizado que las canchas de basquetbol que hubo en el ahora Jardín comunitario.

Por lo que atañe al aspecto religioso, cada 15 de mayo, se celebra en ese lugar la fiesta dedicada a San isidro Labrador, patrono de los campesinos, una conmemoración religiosa relacionada con la bendición de semillas y la petición de lluvias para las buenas cosechas, sin embargo se trata del sincretismo religioso entre las prácticas de este pueblo originario con la evangelización las que dan origen a estas festividades que hoy conforman la idiosincrasia y el fervor religioso de nuestra gente.

Este día dedicado a San Isidro labrador, comienza con una misa solemne que le lleva a cabo en el Tlatel y al terminar, se realiza una procesión por las calles de los diferentes parajes que componen el ejido de Tocuila  teniendo como punto de reunión cada pozo agrícola en donde los encargados de las mesas directivas de cada unidad de riego, reparten entre los miembros de la procesión viandas y bebidas que ayudan a mitigar la sed y el hambre de los concurrentes; los pozos visitados son Salitrería, San Agustín, El milagro, El Paso y otros puntos donde vecinos ofrecen algún aperitivo a los asistentes, terminando el recorrido en el Tlatel donde la fiesta sigue entre juegos mecánicos, jaripeo y terminando con un baile para los trasnochadores que al calor de las bebidas embriagantes bailan al son de la banda o grupo que amenice el evento.

Otro evento religioso que se llevó a cabo durante mucho tiempo en el Tlatel hasta hace algunos años, fue la representación de la crucifixión, un evento realizado por vecinos de la comunidad que realizan el papel de los personajes principales, con fervor religioso se preparan para interpretar el papel que les corresponde desde la ultima cena, el recorrido del viacrucis y la representación de la crucifixión, durante cada escenario de la representación, de igual forma se da cita los feligreses, pero al ser un acto solemne se evitan bailes y el equipo litúrgico realiza oración y velación en la parroquia.

Por lo que respecta a las leyendas locales, es sabido por los vecinos en diferentes versiones, que a media noche se aparece el charro negro, aquel misterioso personaje que promete la entrega de riquezas a cambio de tu alma, unos dicen que en medio de la cancha, otros más dicen que dónde estaba la antigua cancha de básquet debajo de la canasta que actualmente corresponde al lugar que ocupan los baños y vestidores, hoy vandalizados. Algunos otros. Señalan la existencia de cuevas en el montículo o Tlatel, todas ellas leyendas que reflejan la importancia del lugar.

Pero, ¿Cuál es la relevancia de este lugar? A continuación, mediante esta propuesta, trataremos de dar respuesta a esta interrogante, no sin antes dejar constancia de que además del tlatel que conocemos, había otro muy cerca, sobre la calle Ricardo Flores Magón, lamentablemente fue destruido y utilizado para realizar adobes para la construcción de casas, la existencia  de ambos tlateles fue documentada por Jefrey R. Parsons en su libro Patrones de asentamientos Prehispánicos en la región Texcoco, quien durante su investigación dejó registro de los tlateles y de hallázgos cerámicos importantes que indican actividad humana, ademas de restos oseos de mamut; al respecto y agradeciendo el apoyo, nuestro buen amigo Ernesto Sánchez, Director del proyecto Texcoco en el tiempo, ubicó y nos compartió estás imágenes sobre el Tlatel

Vista hacia el oriente observándose la sierra del monte Tláloc, el cerro de Tlaixpan y Tetzcutzingo.

Restos oseos y cerámicos hallados en el Tlatel, se aprecia una revista como comparativo en relación al tamaño de los huesos

En vista de lo anterior, intentamos contextualizar la imagen tomada por Jefrey Parsons con una toma actual, situándonos en el Tlatel buscando el ángulo y obtuvimos el siguiente resultado al sobre poner una imagen sobre la otra.

Toma original

Combinación de imagenes

Tal es la importancia del tlatel, que científicos de la Universidad de Harvard lo tomaron en cuenta para sus investigaciones, realizando una exploración geofísica realizada en el lugar y que podemos consultar en el repositorio de la biblioteca en la Universidad de Harvard, nos señala lo siguiente que “Con base en la historia de los asentamientos antiguos en el área que rodea el lago Texcoco y considerando las características de forma y altura de la estructura estudiada, interpretamos que las imágenes subsuperficiales resultantes corresponden a un montículo enterrado también conocido como Tlatel en idioma náhuatl. Esta estructura es muy probablemente un centro cívico ceremonial enterrado de la época azteca tardía.” al respecto, reproducimos el estudio:

Exploración geofísica cerca de la superficie en el sitio arqueológico de San Miguel Tocuila, cuenca de México.

Arciniega, A .; Hernández, E .; Cabral-Cano, E .; Díaz-Molina, O .; Morett, L .; Soler, A.

Resumen

El pueblo de Tocuila está ubicado en el margen occidental del lago Texcoco en el centro de México. La actividad volcánica durante el Pleistoceno tardío y el Holoceno temprano cerró el drenaje de la cuenca y facilitó el desarrollo de un ambiente lacustre y el posterior depósito de secuencias volcánicas sedimentarias con abundante registro arqueológico y paleontológico. Tocuila fue uno de los suburbios más destacados del principal complejo ceremonial cívico de los aztecas. La rápida expansión de las áreas metropolitanas de la Ciudad de México en las últimas tres décadas influyó fuertemente en el medio ambiente de Tocuila y ha comprometido varios de sus asentamientos humanos arqueológicos y antiguos. Se realizó un estudio geofísico cercano a la superficie que incluye magnetometría, tomografía de refracción sísmica y técnicas de radar de penetración terrestre (GPR) para investigar estructuras prehispánicas. El levantamiento magnetométrico se realizó utilizando un magnetómetro Overhauser con un sensor omnidireccional de 0.015 nT / Hz y una frecuencia de muestreo de 1Hz en un área de 80x100 m, obteniendo 990 mediciones de campo magnético de intensidad total a 1.0m de altura sobre la superficie del suelo. Se obtuvieron treinta perfiles de refracción sísmica con un sismógrafo Geometrics StrataVisor NZ de 48 canales y 24 bits, geófonos verticales de frecuencia natural de 14 Hz con una matriz de separación de 2 my una fuente de impacto de 5 kg. La encuesta GPR consistió en 15 secciones transversales en dos resoluciones diferentes con un instrumento GSSI SIR-3000, utilizando una antena GSSI 200 MHz y una antena RadarTeam de 70 MHz. Todas las encuestas fueron georreferenciadas con una estación local GPS de doble frecuencia y un móvil GPS conectado a los instrumentos geofísicos topográficos. La tomografía de refracción sísmica y los radargramas GPR muestran una estructura de plataforma de aprox. 80x60 m que se puede subdividir en tres capas distintivas con una altura total de ~ 10m. Con base en la historia de los asentamientos antiguos en el área que rodea el lago Texcoco y considerando las características de forma y altura de la estructura estudiada, interpretamos que las imágenes subsuperficiales resultantes corresponden a un montículo enterrado también conocido como Tlatel en idioma náhuatl. Esta estructura es muy probablemente un centro cívico ceremonial enterrado de la época azteca tardía.

Publicación:

American Geophysical Union, Fall Meeting 2008, resumen id. NS13A-1092

 Fecha de publicación: diciembre de 2008 Bibcode: 2008AGUFMNS13A1092A Palabras clave:

0999 General o misceláneo 

En ese orden de ideas y correlacionado con lo anterior, un estudio en geofísica mediante la técnica de tomografía sísmica realizado por la Universidad Autónoma de México realizado al tlatel de Tocuila en el que se da a conocer las condiciones del lugar que permite "delimitar la geometría de las estructuras" determinar la posibilidad de existencia de una estructura en el lugar. De acuerdo al resultado, la tomografía sísmica detallada en la imagen siguiente nos da una idea de la estructura del Tlatel.

Cómo hemos visto, el Tlatel está lejos de ser una simple cancha de fútbol o un centro deportivo, en su tiempo y de acuerdo a la actividad detectada por los especialistas, fue un lugar importante que formaba parte de un asentamiento humano del que destaca la presencia del material óseo de mamutes, además de restos cerámicos; cabe señalar que en la antigüedad, los tlateles eran lugares sagrados relacionados con actividades de agradecimiento a las energías del agua y la siembra, en dónde se realizaban ofrendas dedicadas a estás deidades tutelares Tláloc/Chalchiutlicue, Este tipo de ritos están vinculados especialmente con la época de lluvias, es decir, con el ciclo agrícola, pero también se realizan en Semana Santa o en algún otra época del año, cuando se necesita que Tláloc proteja de los malos aires y evite tragedias, como en el caso de inundaciones; en vista de lo anterior, no es extraño que a través del tiempo, el Tlatel siga siendo un lugar de referencia en el que, con otra forma de ofrenda, se siguen realizando rituales relacionados con las buenas cosechas y pedimento de agua a San Isidro Labrador, sin saberlo, hemos dado continuidad a las prácticas heredadas por nuestros ancestros; sin tener idea del porqué lo hacemos, repetimos conductas rituales bajo una nueva fe, bajo el credo de la nueva religión que se profesa a partir de la llegada de los evangelizadores. La invitación es para que conozcamos y valoremos la historia que yace a nuestros pies,

Francisco Miguel de los Ángeles

Fuentes consultadas:

*https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2008AGUFMNS13A1092A/abstract  *http://www.geofisica.unam.mx/iframes/divulgacion/geofisicosas/geofisicosas/geofisicosas36.pdf

*PARSONS, Jefrey R. Patrones de asentamientos prehispánicos en la región de Texcoco, México. 1aEd. Imprenta universitaria/Universidad Autónoma de Chapingo. México 2008

*https://www.inah.gob.mx/boletines/2249-persiste-culto-a-tlaloc

* Tradición oral

*Imagen charro negro pinterest

*Fotos J. Parsons ubicadas por Texcoco en el tiempo